miércoles, 27 de febrero de 2019

Patronos de la Ciudad de México

Por José Omar Tinajero Morales
Especialista en Turismo Religioso


Durante la etapa novohispana se nombraron varios patrones de la ciudad de México para  que intercedieran para su protección entre los santos figuraron: san Hipólito,san Blas, san Antonio Abad, san José, san Nicolás Tolentino y entre las advocaciones marianas la virgen de Guadalupe y de los Remedios.


Santos patrones de la ciudad de México

San Hipólito, debido a que un 13 de agosto de 1521 cayó la ciudad de México - Tenochtitlan en manos de los españoles encaebzados por Hernán Cortés y ese día se festejaba a san Hipólito Mártir, se le consideró patrono de la ciudad. Se erigió un templo en la que era la Calzada México - Tacuba, por donde habían pasado huyendo los españoles en la "Noche Triste". Ese templo que ahora es famoso por el culto de san Judas Tadeo, cercano al metro Hidalgo, se conmemoraba el Paseo del Pendón, cada 13 de agostos, hasta que fue suprimido al lograse la independencia de México.

San José, se le dio el patronazgo de la ciudad de México debido a que caáin muchos truenos. San José tenía el patronazgo de evitarlos o que no dañaran a la población.


San Antonio Abad conocido como el Padre de los Monjes. Vivió en la Tebaida Egipto, donde hizo vida eremítica y se le considera el fundador de la vida cenobítica. Su vida fue escrita por san Jerónimo, quien hizo hincapié en los constantes triunfos que tuvo san Antonio Abad frente a las tentaciones del demonio. Fue nombrado patrón de la ciudad de México en el año de 1723 para evitar los incendios. Sus elementos iconográficos diagnósticos son animales de granja, en especial, un cerdo, que simboliza también al demonio dominado. Su fiesta es el 17 de enero, día en que se acostumbraba bendecir a los animales.



Otro patrono de la ciudad de México y de las enfermedades de la garganta es san Blas, obispo y mártir. Se le venera en la iglesia de la Veracruz  a un costado de la Alameda. De hecho en la puerta lateral se encuentra su imagen en un nicho.  Su representación iconográfica es  con atuendo de obispo, con dos velas formando una equis, un niño al que curó por tener una espina en la garganta. Su fiesta es el 3 de febrero.



San Nicolás Tolentino fue agustino, famoso en la iconografía porque fue frecuentemente representado en los cuadros de las Ánimas del Purgatorio, a quienes sacaba. A raíz de varios temblores fue nombrado en el año de 1611 patrono de la ciudad de México.



Advocaciones Mariológicas patronas de la ciudad de México


El 27 de abril de 1737 el cabildo de la ciudad de México y las autoridades religiosas nombraron a la virgen de Guadalupe patrona de la ciudad. Además es considerada emperatriz de México y patrona de América y Filipinas.



La Virgen de Los Remedios se venera en Naucalpan de Juárez, pero también en Cholula, Puebla, Durango y en Comonfort, Guanajuato. Su leyenda es más o menos la misma.  Junto con Hernán Cortés venía un soldado llamado Juan Rodríguez Villafuerte, el cual traía una escultura de la Virgen de Los Remedios, copia fiel de una que existía en la región de Extremadura. Esta imagen mide unos 27 centímetros de altura y sostiene al Niño Dios con el brazo izquierdo y sobre sus pies se observa una media luna.


Cuando los conquistadores llegaron a Veracruz improvisaron un altar en el que figuraba la Virgen de Los Remedios y entonces fray Bartolomé de Olmedo cantó la primera misa en México, esto sucedió el 21 de abril de 1519. Los conquistadores llevaban a la virgen como una de sus joyas más preciadas. Cortés tiró los ídolos del Templo Mayor y entronizó un crucifijo y la imagen de la virgen de los Remedios.  El 30 de junio de 1520, al darse la llamada Noche Triste, el soldado Juan Rodríguez  tuvo que dejar la imagen en un maguey. 


 Cuenta la tradición que en 1540, el cacique indígena Juan Aguilar Tabar  encontró a la Virgen  y  la llevó a su casa que estaba el cerro de Los Pájaros, en donde le hizo un pequeño altar y luego una pequeña ermita.  En 1554 a la virgen se le construyó una ermita en el cerro de Otomcapulco, que fue donde se le halló. En 1565 se fundó la cofradía de Nuestra Señora de Los Remedios, para celebrar dignamente su fiesta.


El regidor García de Albornoz acordó levantar una capilla en el año de 1574, la cual fue modificada en 1628. Al año siguiente se llevó a cabo la bendición. Las procesiones de la Virgen de los Remedios fueron muy importantes durante la época virreinal, ya que fue la patrona de la ciudad de México, al recaer el patronato de la cofradía en su Ayuntamiento. Es curioso que el santuario de la patrona de la ciudad de México ahora se ubique en el Estado de México.

Alameda de la Ciudad de México guía turística

Por José Omar Tinajero Morales
Especialista en Turismo Cultural



Iglesias en torno a La Alameda 
 
En torno a la Alameda existen  hermosas construcciones religiosas, que encierran importante historias.  La Santa Veracruz, que era una de las parroquias de la ciudad. San Juan de Dios que fuera hospital juanino,  San Fernando, centro misionero franciscano, San Hipólito bastión de los conquistadores y San Diego que fuera la pinacoteca.




San Juan de Dios


La  congregación hospitalaria de los juaninos fundada en Granada por san Juan de Dios, quien al principio se dedicó a dar atención los enfermos mentales. Su iglesia en México es del siglo XVII  su fachada abocinada, en forma de concha, pilastras ondulantes flamígeras, semejante a las de Zumpango y Oratorio de san Felipe Neri en San Miguel de Allende. Además de los juaninos han estado los servitas. 

En esta iglesia es muy famoso el culto a san Antonio de Padua, fiesta 13 de junio para las mujeres que desean encontrar novio o pareja, para lo cual piden entre los caballeros 13  monedas.


La Santa Veracruz, parroquia


La cofradía fue fundada por Hernán Cortés con la autorización de fray Domingo de Betanzos. La construcción de la iglesia se inició en 1759 y se terminó en 1761. En la portada lateral está la imagen de san Blas, que era uno de los patronos de la ciudad de México, además de ser invocado para las enfermedades de la garganta.  El altar  es de manufactura de Manuel Tolsá. El Cristo de los 7 velos fue un regalo de Carlos V. En el exterior hay una  placa en honor a don Ignacio López Rayón.  Ha sido parroquia y ha estado a cargo del opus dei, entre otras congregaciones.


Iglesia San Fernando, franciscana



 El Colegio de propaganda fide, fundado en el siglo XVIII, de aquí salieron al norte de la Nueva España religiosos de la talla de fray Junípero Serra, que evangelizó desde Querétaro hasta la Alta California.


El panteón se ubicaba al principio en el altar, pero en 1836 por las leyes sanitarias tuvieron que cancelarlo y construir uno apropiado al costado del templo. Al principio sólo se enterraban frailes franciscanos, pero debido a le epidemia de cólera de 1850 se autorizó a enterrar a civiles. En 1859 Benito Juárez promulgó la ley de secularización de panteones, con la cual el clero dejó de tener el control de la administración y pasó al gobierno. Esta ley se aplicó en la ciudad de México hasta 1861, cuando el gobierno venció a los conservadores. 


En el panteón de San Fernando están enterrados  los principales liberales del siglo XIX, Vicente Guerrero, Ignacio Zaragoza, Martín Carrera, Melchor Ocampo, Ignacio Comonfort, Miguel Lerdo de Tejada y Benito Juárez, que fue el último personaje que fue enterrado en el panteón en 1872. Existe la anécdota de que también había sido enterrado aquí su eterno rival Miguel Miramón y que al regresar la esposa de éste, Concepción Lombardo  y ver que estaba cerca de la tumba de Juárez, mandó a exhumar   al caudillo conservador y trasladó sus restos a la catedral de Puebla.


Iglesia de San Hipólito y san Casiano


Originalmente Juan Tirado  construyó aquí una ermita en honor de los mártires españoles de la Noche Triste,  los restos de todos ellos fueron encontrados en una excavación en el año de 1974. En 1567 Bernardo Álvarez fundó el hospital de San Hipólito que fue un manicomio que dio servicio hasta principios del siglo XX, en que fue trasladado a Mixcoac.



Se realizaba cada año, el 13 de agosto,  la celebración del Paseo del Pendón para recordar  la conquista de México, se abolió en 1812. 


En la barda atrial hay una placa ovalada alusiva a la toma de Tenochtitlán y abajo está la silueta de un indígena que es llevado por un águila.  Este relieve se basa en una historia contada por fray Diego Durán, que comentó que un indígena fue llevado por un águila a una cueva donde estaba Moctezuma. El águila instó al indígena a quemarle la pierna a Moctezuma con un tizón.

Fachada decorada con ajaracas mudéjares. El altar mayor a mano izquierda está san Hipólito Mártir y a la derecha san Casiano. En el centro está la imagen de san Judas Tadeo.  


Actualmente atiende la iglesia los padres claretianos, por lo que han promovido la devoción y culto de san Antonio María Claret, contra secuestros y para curar el cáncer. Hay una capilla de los santos mexicanos,  entre ellos un claretiano el padre Andrés Solá y Molist, que nació en España, pero fue mártir en San Joaquín, cerca de León, Guanajuato.



San Diego


Fue el convento de franciscanos descalzos o dieguinos eran reformados seguían a san Pedro de Alcantara. Los dieguinos llegaron a México en 1576 con un grupo de 20 religiosos que iban a Filipinas y  establecieron en San Cosme una casa de recolección. Posteriormente en 1591 fundaron los conventos de Churubusco y de San Diego en torno a lo que hoy es la Alameda.  Pertenecieron a Filipinas hasta 1593, cuando se creó la custodia de México.  Los dieguinos se establecieron principalmente en sitios mineros como Taxco, Pachuca, Zultepec, Guanajuato, etc.  en el siglo XVIII existió una capilla dedicada ala Virgen de los Dolores. En el siglo XIX se le dio un estilo neoclásico.

Desde la época de Adolfo López Mateos hasta el año 2000 albergó la pinacoteca, que contaba con cuadros de los mejores pintores de la época virreinal como: Simón Pereyenes, Luis Juárez, Baltazar de Echave Orio, fray Alonso López de Herrera, Sebastián de Arteaga,  Cristóbal de Villalpando, Juan Correa, entre otros. En frente se encontraba el quemadero de la Inquisición.


Sin duda el recorrido por la Alameda será de gran interés para la gente que le gusta el turismo cultural, conociendo la arquitectura y el arte sacro de sus iglesias.